Una nueva especie de profesional de la comunicación: El periodista multimedia.
Es innegable que la profesión periodística se ha visto profundamente afectada por la avalancha de avances tecnológicos que se han producido en la última década, sobre todo en lo referente a las telecomunicaciones. La gran cantidad de estos avances en un periodo tan corto de tiempo han desembocado en una nueva forma de entender la comunicación.
El factor más determinante en la revolución de la comunicación ha sido Internet. Para Javier Echevarría, "primero fue la prensa, luego la radio, después la televisión. Ahora asistimos al nacimiento de un nuevo soporte para la información, que será la materia prima más valiosa del siglo XXI" . A lo largo de la historia del periodismo, la figura del informador ha ido evolucionando a la par que lo hacían los medios. En su momento la aparición de la radio o la televisión redefinieron la labor del periodista, ahora, en la era digital, las nuevas tecnologías han traído consigo un nuevo modelo de profesional de la información, el periodista multimedia.
Este nuevo tipo de periodista es una especie de hombre-orquesta de la información que ya no se limita a redactar la noticia, sino que además debe conocer y dominar las nuevas tecnologías para desenvolverse en la nueva redacción virtual. La misma palabra multimedia nos indica la naturaleza de su trabajo, que ahora no se circunscribe a un único medio , sino que se desarrolla en varios simultáneamente.
Un hecho que favorece esta nueva visión del periodista es que los medios se encuentren en manos de grandes grupos de comunicación como el Grupo Prisa o el Grupo Vocento, que aglutinan multitud de medios, tanto escritos, como audiovisuales o digitales, por lo que el profesional de la comunicación debe estar preparado para trabajar en cualquiera de ellos.
El imparable desarrollo tecnológico de los medios de comunicación ha propiciado que el flujo de información sea constante e instantáneo, lo que favorece el trabajo del informador. Sin embargo también ha provocado que su labor se haya ido despojando de la reflexividad que la caracterizaba y se vea sometida a una progresiva mecanización, así como una cierta precariedad laboral, especialmente en la prensa digital, menos consolidada.
Respecto al futuro cercano del periodista multimedia hay dos corrientes de opinión, optimista y pesimista, cada una de las cuales aporta sus razonamientos, pero coincidiendo ambas en que, para bien o para mal, el avance de esta nueva forma concebir la información es inexorable.
El factor más determinante en la revolución de la comunicación ha sido Internet. Para Javier Echevarría, "primero fue la prensa, luego la radio, después la televisión. Ahora asistimos al nacimiento de un nuevo soporte para la información, que será la materia prima más valiosa del siglo XXI" . A lo largo de la historia del periodismo, la figura del informador ha ido evolucionando a la par que lo hacían los medios. En su momento la aparición de la radio o la televisión redefinieron la labor del periodista, ahora, en la era digital, las nuevas tecnologías han traído consigo un nuevo modelo de profesional de la información, el periodista multimedia.
Este nuevo tipo de periodista es una especie de hombre-orquesta de la información que ya no se limita a redactar la noticia, sino que además debe conocer y dominar las nuevas tecnologías para desenvolverse en la nueva redacción virtual. La misma palabra multimedia nos indica la naturaleza de su trabajo, que ahora no se circunscribe a un único medio , sino que se desarrolla en varios simultáneamente.
Un hecho que favorece esta nueva visión del periodista es que los medios se encuentren en manos de grandes grupos de comunicación como el Grupo Prisa o el Grupo Vocento, que aglutinan multitud de medios, tanto escritos, como audiovisuales o digitales, por lo que el profesional de la comunicación debe estar preparado para trabajar en cualquiera de ellos.
El imparable desarrollo tecnológico de los medios de comunicación ha propiciado que el flujo de información sea constante e instantáneo, lo que favorece el trabajo del informador. Sin embargo también ha provocado que su labor se haya ido despojando de la reflexividad que la caracterizaba y se vea sometida a una progresiva mecanización, así como una cierta precariedad laboral, especialmente en la prensa digital, menos consolidada.
Respecto al futuro cercano del periodista multimedia hay dos corrientes de opinión, optimista y pesimista, cada una de las cuales aporta sus razonamientos, pero coincidiendo ambas en que, para bien o para mal, el avance de esta nueva forma concebir la información es inexorable.
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